Hoy les traigo una pequeña historia corta de mi autoria, la cual se encuentra en la pagina de mis amigos de Sector Joven (http://www.sectorjoven.com/) para que se den una vuelta, hay muchas cosas interesantes.
Despierto de golpe, sudando, desconcertado, un poco aturdido por ese sueño tan escalofriante que experimente, llamarlo pesadilla se quedaría corto, ¿Qué hora es? Reviso mi reloj y veo que son las dos de la madrugada, ¿Dónde estoy? ...
Cierto me encuentro en un tren rumbo a Ontario, Canadá voy con mi esposa y mis dos hijas de vacaciones, decidimos tomar el tren por experimentar un viaje más completo y diferente. Me levanto del camastro y no encuentro por ningún lado a mi familia, ¿Dónde pueden estar tan tarde? Me pongo una sudadera y salgo en busca de ellos, el andador del vagón está completamente oscuro y tan solo puedo distinguir una luz que sale de la puerta del vagón comedor, al avanzar me doy cuenta de que puedo escuchar música detrás de la puerta suena como a Jazz de Nueva Orleans, un poco de los años 50 que extraño nadie me informó de una fiesta, no importa, decido unirme a mi familia y disfrutar de las vacaciones, nos lo merecemos después de un mes tan difícil, sobre todo después del accidente automovilístico que sufrimos hace una semana, afortunadamente no tuvo consecuencias graves, nada que un par de collarines no solucionen.
Al entrar no puedo creer lo que estoy viendo, parece que acabo de cruzar la puerta de un casino salido de una película de Martin Scorsese con gente elegante bailando, platicando, cenando, las mujeres llevan vestidos largos de colores llamativos como dorado, plateado y rojo, los hombres con traje formal en negro, gris o azul con corbata que hace juego a sus respectivos estilos, también puedo observar a algunos niños jugando en el fondo, supongo no es una fiesta exclusiva para adultos. Halloween ya pasó así que no tiene sentido que estén todos disfrazados, pero tal vez el tren realiza esta fiesta conmemorativa durante todo el mes, para entretener a sus invitados, sin duda un gran detalle. Después de analizar a los invitados por fin logro ver a mi familia en el fondo del comedor, están sentadas sonriendo hermosamente, despreocupadas, me acerco a ellas y al verme hacen espacio en la mesa para poder sentarme.
-¿Puedes creerlo? Es como si hubiésemos regresado en el tiempo Stan
-Si papá, no sabía que esto fuera posible, hay tantas cosas muy extrañas, gente vestida de una manera rara.
-Sin duda es una fiesta con mucho presupuesto, cada detalle está muy bien cuidado, y a mí me parece que su estilo de ropa es muy elegante, ¿no crees Lis?
-(ignora mi pregunta al estar mirando como bailan los asistentes a la fiesta)...
-(risas) ¿Quieres bailar conmigo, Lis? No pude evitar notar como tus ojos se llenan de emoción al ver a las parejas en la pista de baile-
-¿En serio? ¡Sí! Vamos a bailar
-¡Pues vamos todos! Eso significa que tu también vienes Emma.
-¡Osh...! Pues supongo no tengo opción.
-Si papá, no sabía que esto fuera posible, hay tantas cosas muy extrañas, gente vestida de una manera rara.
-Sin duda es una fiesta con mucho presupuesto, cada detalle está muy bien cuidado, y a mí me parece que su estilo de ropa es muy elegante, ¿no crees Lis?
-(ignora mi pregunta al estar mirando como bailan los asistentes a la fiesta)...
-(risas) ¿Quieres bailar conmigo, Lis? No pude evitar notar como tus ojos se llenan de emoción al ver a las parejas en la pista de baile-
-¿En serio? ¡Sí! Vamos a bailar
-¡Pues vamos todos! Eso significa que tu también vienes Emma.
-¡Osh...! Pues supongo no tengo opción.
Después de convencer a mi hija mayor y a mi esposa, los cuatro nos paramos a la pista de baile para movernos al son de "Singin' In the Rain" de Dorothy Collins. Es un momento indescriptible, mis hijas riendo, mi esposa me besa como en aquellos días de noviazgo, el ambiente se siente completamente feliz, después de que termina la canción decidimos sentarnos a beber algo, pero no parece haber ningún mesero presente lo que resulta sin duda extraño, pero al encontrarme de tan buen humor no me importa ir a la barra y traer yo mismo las bebidas, el cantinero parece bastante sombrío, reservado vamos ni si quiera voltea cuando me pregunta que es lo que voy a querer, al poco tiempo me sirve mis bebidas y regreso a la mesa, al calor de las copas entre mi esposa y yo la plática se torno demasiado extraña.
-Mi amor no te preocupes –me dijo mi esposa- estamos bien, estamos tranquilas ya no tienes porque seguir atormentándote en las noches
-¿Pero de que hablas Jodi?
-Tú sabes perfectamente de que hablo, tienes que aceptarlo.
Al escuchar esto fue como si me hubieran dado un golpe en la cara, de pronto la música se detuvo, no hay nada en el comedor y solo escucho las voces de los guardias de seguridad
-¿Pero de que hablas Jodi?
-Tú sabes perfectamente de que hablo, tienes que aceptarlo.
Al escuchar esto fue como si me hubieran dado un golpe en la cara, de pronto la música se detuvo, no hay nada en el comedor y solo escucho las voces de los guardias de seguridad
-¡Ahí esta! Señor ponga las manos detrás de su cabeza
No entiendo que está pasando, la noche era tan perfecta, ¿en qué momento se desvaneció todo?
-No, esto no es lo que parece oficial, estamos en una fiesta retro, mire ahí se encuentra Dorothy Collins deleitándonos con una bella melodía.
-¿De qué está hablando, cuál fiesta?
No hay nada... nada en el vagón comedor excepto yo... y mi esposa e hijas inertes, sin decir una sola palabra.
-Esta asustando a los demás pasajeros señor, no puede... no puede andar por ahí paseando con... su familia, no de esta manera.
No entiendo que está pasando, la noche era tan perfecta, ¿en qué momento se desvaneció todo?
-No, esto no es lo que parece oficial, estamos en una fiesta retro, mire ahí se encuentra Dorothy Collins deleitándonos con una bella melodía.
-¿De qué está hablando, cuál fiesta?
No hay nada... nada en el vagón comedor excepto yo... y mi esposa e hijas inertes, sin decir una sola palabra.
-Esta asustando a los demás pasajeros señor, no puede... no puede andar por ahí paseando con... su familia, no de esta manera.
Ahora lo recuerdo todo, no vamos de vacaciones...
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